domingo, 24 de abril de 2011

Recuerdos lejanos ya.

I
Beso cálido sobre la roca fría. Beso tímido. Beso curioso. Beso de bolero que se desordena a tango.
Primer beso. Todos lo besos en uno. Es muy tarde para escapar, era tarde hace rato.

II
El tango no acabó al cerrarse el telón. Incontenible deseo vehemente que me lleva a probarte. Seguimos bailando el último compás hasta este día.

III
Como la luz que arriva al amanecer, lento me ocupas pero totalmente.

IV
Me pintas, te escribo. Besas mis manos, beso las tuyas. Musa eres, musa soy. Y un desorden hicimos en el cuarto de tu hermano.

V
Suena el teléfono. No puedo evitar pensar lo que pienso, ¿por cuánto más podré mantener estas palabras dentro del cerco de mis labios?.
Sabes lo que estoy pensando, vocablo alguno fue necesario. No podemos hablarlo, sin embargo las dos palabras están en el aire.
Quieres consumirme y ya lo habías conseguido antes de siquiera pensarlo. El tiempo pasa de largo el camino de nuestro habitáculo, está perdido.
Me consumes, no me posees aún -pero lo harás-. El destino ineludible se adueña de mis fronteras. Una semana -piensas-, una semana -pienso- y ya quiero que me poseas.
Suena el teléfono.

VI
No me posees. -Pero lo harás.[- Lo hiciste-].

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